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Complemento Para La Enseñanza

21 - "Alma ... Juzgó Con Justicia"

Mosíah 29; Alma 1-4


Hoy no pude dar esta lección personalmente en la Capilla. De todos modos me gustaría compartir algunas enseñanzas con quienes complementan el estudio de las lecciones con mis notas publicadas en internet. Para ello voy a tomar un versículo y luego complementarlo con enseñanzas de Rabbi Ginsburgh, del Gal Einai Institute de Israel.

Alma 1
24  Porque muchos de ellos endurecieron sus corazones, y sus nombres fueron borrados, de modo que no los recordaron más entre el pueblo de Dios. Y también muchos se retiraron de entre ellos.
25  Ahora bien, esto fue una dura prueba para los que se mantuvieron constantes en la fe; sin embargo, fueron firmes e inamovibles en guardar los mandamientos de Dios, y sobrellevaron pacientemente la persecución que se les imponía.
26  Y cuando los sacerdotes dejaban su trabajo para impartir la palabra de Dios a los del pueblo, éstos también dejaban sus labores para oír la palabra de Dios. Y después que el sacerdote les había impartido la palabra de Dios, todos volvían diligentemente a sus labores; y el sacerdote no se consideraba mejor que sus oyentes, porque el predicador no era de más estima que el oyente, ni el maestro era mejor que el discípulo; y así todos eran iguales y todos trabajaban, todo hombre según su fuerza.
27  Y de conformidad con lo que tenía, todo hombre repartía de sus bienes a los pobres, y a los necesitados, y a los enfermos y afligidos; y no usaban ropa costosa; no obstante, eran aseados y atractivos.
28  Y así dispusieron los asuntos de la iglesia; y así empezaron nuevamente a tener continua paz, a pesar de todas sus persecuciones.
30  Y así, en sus prósperas circunstancias no desatendían a ninguno que estuviese desnudo, o que estuviese hambriento, o sediento, o enfermo, o que no hubiese sido nutrido; y no ponían el corazón en las riquezas; por consiguiente, eran generosos con todos, ora ancianos, ora jóvenes, esclavos o libres, varones o mujeres, pertenecieran o no a la iglesia, sin hacer distinción de personas, si estaban necesitadas.
31  Y así prosperaron y llegaron a ser mucho más ricos que los que no pertenecían a su iglesia.

Alma 3
9  Y aconteció que quien mezclaba su simiente con la de los lamanitas traía la misma maldición sobre sus descendientes.
10  Por tanto, todo el que se dejaba desviar por los lamanitas recibía ese nombre, y le era puesta una señal.
11  Y aconteció que quienes no creían en las tradiciones de los lamanitas, sino que creían en aquellos anales que fueron traídos de la tierra de Jerusalén, así como en las tradiciones de sus padres, que eran correctas, y creían en los mandamientos de Dios y los guardaban, eran llamados los nefitas, o el pueblo de Nefi, desde entonces en adelante.
17  Y digo también que quien se separe de ti, no se llamará más tu posteridad; y te bendeciré a ti, y al que fuere llamado tu descendencia, desde hoy en adelante y para siempre; y éstas fueron las promesas del Señor a Nefi y a su posteridad.
  

El 9 de mayo de 2004 fue el día 33 de la cuenta del Omer para los judíos. En una oportunidad comenté acerca de este mandato de la Torá. Se cuentan los días desde Pesach (Pascua Judía) hasta llegar a Shavuot (la Fiesta de las Semanas). Este día en particular es especial y tiene un nombre especial. Se llama Lag Ba'omer. "Lag" significa 33º, literalmente. En general Lag Ba'omer cae durante la semana que se lee la porción de la Torá llamada Bechukotai (Levítico 26:3-27:34). OK. Recordemos que en Alma 3:11 se habla de los "anales traídos de la tierra de Jerusalén". Es aquí donde quiero hacer la conexión. Es decir, los nefitas estudiaban la Torá y observaban la Ley de Moisés.

    Bechukotai es la porción (parsha) #33 de la Torá. Además, el primer versículo tiene 33 letras. Más aún, el valor numérico de las dos primeras palabras de la porción, "Im bechikotai" es 561, que es el triángulo de 33 (el triángulo de 33 es la suma de todos los números desde 1 hasta 33: 1+2+3+4 ... +31+32+33=561). Esto se relaciona con el secreto de la cuenta del omer. Los judíos dicen al contar "Hoy es dos días, tres días", etc. La forma de decirlo toma en cuenta los números de los días precedentes, creando un triángulo para cada día del omer. (Hay más sorpresas).

    Cuando la palabra lag (lamed, guimel) se deletrea al revés (guimel, lamed) se obtiene la palabra gal, que significa "revelar", tal como se halla en Salmos 119:18:
 
Gal einai v'abitah nifla'ot mitoratecha
"Abre (revela a) mis ojos para que pueda ver las maravillas de Tu Torá"

    Los sabios judíos enseñan que el potencial de Lag Ba'omer es la oportunidad de conectarse con la maravillosa dimensión interior de la Torá y poder revelarla en nuestras vidas.

El primer vesículo de la porción dice:
Levítico 26
3 Si anduviereis en mis decretos
Im bechukotai telechu
Si caminas en los caminos de Mis estatutos

    El famoso comentador bíblico, Rashi, explica que caminar en los caminos de los estatutos de Dios significa afanarse en el estudio de la Torá. Este afán o trabajo lleva al cumplimiento de los mandamientos y buenas obras, que a su vez reflejan la luz de la Torá en todos nuestros entornos.
    La primera palabra de la porción es Im, que significa "si". Los sabios judíos explican que la palabra "si" implica "suplicar" o "rogar". Dios nos implora que caminemos por Sus estatutos de modo que Él pueda llover sus bendiciones sobre nosotros. Del mismo modo que los deseos de la vaca por amamantar a su becerro son mayores que los del becerro por ser amamantado, el deseo de Dios de llover Sus bendiciones y abundancia sobre nosotros exceden nuestro deseo de recibir esa abundancia. (La palabra Im se puede leer también como Em, que significa "madre".) Para que estas bendiciones físicas y espirituales se hagan realidad, se las debe ganar. La condición para ganar estas bendiciones es afanarse en el estudio de la Torá y en el cumplimiento de la misma.
    Desde el segundo versículo de la porción, Dios enumera las bendiciones que lloverá sobre nosotros si nos afanamos en el camino de Sus estatutos. Se usa la palabra v'natati ("Y yo daré") para describir tres bendiciones separadas:
"Y yo daré vuestra lluvia (geshem) en su apropiada estación." (Lev 26:4)
"Y yo daré paz (shalom) en la tierra." (Lev 26:6)
"Y yo daré Mi morada (mishkani) en medio de vosotros."
Estos tres dones representan tres niveles ascendentes de santidad.

1) Las lluvias representan la abundancia física. Cuando las lluvias vienen en su estación, las cosechas crecen en abundancia, produciendo fuerza física y armonía en el mundo.
2) El segundo don, la paz, trae armonía a todas las almas sobre la tierra.
3) El tercer don, la morada de Dios en medio de nosotros, es el don de la consciencia de Dios, la Divinidad de Dios en armonía con nuestra realidad.
    La primera letra de cada uno de los tres dones: geshem (guimel), shalom (shin) y mishkan (mem) forman la palabra geshem, "lluvia". De esto aprendemos que si bien la lluvia parece estar a un nivel inferior de santidad, en realidad encapsula los otros dos niveles de paz y de la morada de Dios. Dios no desea que Su revelación permanezca estrictamente en el campo espiritual. Mas bien, Él desea que Su revelación esté totalmente en armonía con la realidad física. Si pensamos un poco, éste es el propósito del mishkan, el Tabernáculo, la morada de Dios sobre la tierra: que creemos un lugar de morada para Dios aquí en nuestra realidad física. ¿Cómo? Bien, el sacerdocio nos enseña a establecer Sión, comenzando en la morada de nuestro espíritu y extendiéndola hacia la tierra.
D&C 97
21  Por tanto, de cierto, así dice el Señor: Regocíjese Sión, porque
ésta es Sión: LOS PUROS DE CORAZÓN; por consiguiente,
regocíjese Sión mientras se lamentan todos los inicuos.

En la porción de Escrituras de hoy, pero en el Libro de Mormón, podemos ver cómo Dios bendijo a los nefitas cuando estos se esforzaron por caminar por los caminos de Sus estatutos. Claramente se nos indica que tenían un momento para estudiar la Torá: dejaban sus tareas y se reunían para hacerlo (Alma 1:26). Además se esforzaban por establecer una sociedad donde el amor prevaleciera por sobre el egoísmo. El efecto de afanarse en el estudio de la Torá (y para nosotros hoy día es igual, pues tenemos la Torá, y las otras Santas Escrituras modernas) fue tener abundancia física y paz . Y seguramente Dios moró con su pueblo. Podemos además tener más entendimiento a través de los sabios judíos con respecto del intenso deseo de Dios por bendecirnos. Esto hace que progresemos cuando somos obedientes y constantes, y que seamos castigados cuando no lo somos. Creo que la tendencia es no saber interpretar el significado verdadero de la "lluvia" que nos envía Dios, y que según esta enseñanza, debería abarcar los 3 niveles de santidad en nuestra vida. Como enseñó Jacob :
Jacob 2
17  Considerad a vuestros hermanos como a vosotros mismos; y sed afables con todos y
liberales con vuestros bienes, para que ellos sean ricos como vosotros.
18  Pero antes de buscar riquezas, buscad el reino de Dios.
19  Y después de haber logrado una esperanza en Cristo obtendréis riquezas, si las buscáis; y las buscaréis
con el fin de hacer bien: para vestir al desnudo, alimentar al hambriento, libertar al cautivo
y suministrar auxilio al enfermo y al afligido.

    Cuando el pueblo no supo interpretar la "lluvia" de Dios, comenzó un terrible ciclo de desigualdad dentro de la Iglesia. Y Alma, el sumo sacerdote, deja su asiento judicial para predicar la palabra de Dios.
    Hoy día nosotros no contamos el Omer como los judíos lo hacen, pero ¿podemos tener nuestro Lag Ba'omer? Es decir, ¿puede haber un día en que estemos más cerca del Espíritu del Señor para que seamos nutridos en los misterios de Dios? Pensando un poco, el número 33 puede ser mesiánico, ¿verdad? Que podamos ver la vida de Cristo, nuestro Maestro, y sostener esa luz en alto (3 Nefi 18:20), y ser bañados con la lluvia de Dios en toda estación.



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