Por mucho tiempo los días sagrados han sido parte de las obras maravillosas del Señor, empezando por Su bendición y santificación del día séptimo (ver Gén. 2:3). El Señor mandó que todo Israel celebrara una serie de días santos (ver Lev. 23). Parte de Su propósito relacionado con esta serie de días santos era enseñar sobre los ministerios mortal y de los últimos días del Señor.

Algunos días sagrados debían estar coordinados con la cosecha temprana (o de primavera) de Israel. Estos días sagrados se dieron en parte para enseñar sobre la primera venida del Señor, incluida la Crucifixión y Resurrección y la primera cosecha de los Santos al redil.

Por ejemplo, la Pascua y sus corderos sacrificados enseñaban sobre el Cordero de Dios, que vendría para ser sacrificado. Del mismo modo que la sangre de los corderos salvó a Israel de la muerte en Egipto durante la primera Pascua, la sangre de Jesucristo vencería la muerte para toda la humanidad. Verdaderamente el Nuevo Testamento testifica que la crucifixión ocurrió en el día que Israel observaría la Pascua siglos después. (1)

Además, la Resurrección de Cristo está en armonía con otra observancia relacionada con la semana de Pascua (ver Lev. 23:9, 11). Según el mandato del Señor, la primera gavilla de cebada fue cortada en el mismo día que Cristo fue crucificado en Pascua, para ser alzada (o mecida) como ofrenda el tercer día. Cristo fue levantado de la tumba en ese tercer día, ofreciéndose así como las primicias de la Resurrección (ver 1 Cor. 15:20). (2)

Del mismo modo, el día de Pentecostés sucedió en otro día sagrado, la Fiesta de Las Primicias, que celebraba la cosecha mayor de trigo (ver Lev. 23:15-17). Por motivo de la llegada del Espíritu Santo se bautizaron 3.000 almas en ese día (ver Hech. 2). Así pues, esta fiesta celebró una cosecha espiritual y también una agrícola. (3)



Este artículo se enfoca en la Fiesta de las Trompetas. Es importante notar que el 22 de setiembre de 1827, el mismo día en que Israel celebraba la Fiesta de las Trompetas (5), Moroni entregó las planchas de oro al Profeta Joseph Smith. Dado que esta fiesta está llena de significado sobre el tema del recogimiento de Israel, no es probable que sea coincidencia la entrega de planchas ese día. De hecho, el joven Joseph recibió instrucciones de encontrarse con Moroni durante cuatro años en preparación para ese día significativo de 1827.

Los Santos de los Últimos Días pueden hallar especial instrucción en el estudio de los significados que los expertos judíos le han otorgado a la Fiesta de las Trompetas. La misma significa (1) el comienzo de la cosecha final de Israel, (2) el día establecido por Dios para recordar Sus promesas antiguas de recoger a Israel, (3) un tiempo de nueva revelación que llevaría a un nuevo convenio con Israel, y (4) un tiempo para prepararse para el Milenio.



El Señor mandó a Israel: "Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación." (Lev. 23:24) Por motivo de estipular este festival para el primer día del mes séptimo del calendario judío (por lo general cae en nuestro setiembre), el día quedó programado para recolectar los productos vitales: aceite y vino. Así pues este festival inicia la estación del otoño y el gran tiempo final de cosecha. (6)

Muchos expertos judíos han enseñado que la cosecha final espiritual de Israel comenzará en la Fiesta de las Trompetas. (7) Tal como explicó el élder Bruce R. McConkie (1915-85) del Quórum de los Doce Apóstoles, "La consumación de la cosecha completa no estará realizada sino hasta el día del milenio cuando el Señor reinará sobre toda la tierra (Zac. 14:9)". (8)

Es digno de notarse que la palabra del Señor entregada a los Santos de los Últimos Días está llena de simbolismos relacionados con la cosecha. "Pues he aquí, el campo blanco está ya para la siega; y he aquí, quien mete su hoz con su fuerza atesora para sí, de modo que no perece" (D&C 4:4). Tal como han declarado los profetas modernos, el Libro de Mormón es el instrumento más importante que el Señor ha preparado para comenzar Su cosecha final. (9) Por lo tanto, es significativo que las planchas de oro se hayan recibido el 22 de setiembre de 1827, lo cual coincidió con el comienzo de la cosecha de otoño de Israel y simboliza la puesta en marcha de su cosecha final de almas.



El nombre hebreo que se usa en la actualidad para describir la Fiesta de las Trompetas es Rosh Hashanah, que es el Año Nuevo judío. Pero este no era su nombre original, si bien el día claramente significa un comienzo nuevo. Uno de los nombres originales era el "Día del Recuerdo". Este nombre surgió porque el Señor ordenó que Israel sonara trompetas en este día de recuerdo.

Según la tradición, fue en este día cuando fueron recordados los israelitas y liberados de la esclavitud de Egipto, antes de completar el Éxodo. (10) Además, fue en este día que el Señor recordó a Israel y le concedió renovación espiritual después de su regreso de la cautividad de Babilonia. En el día primero del séptimo mes Esdras leyó en voz alta el libro de la ley, y el pueblo se regocijó porque le dió sentido e hizo que pudieran comprender la lectura. (ver Neh. 8:1-12).

Como resultado de su exilio, el pueblo de Israel había perdido muchas de las verdades del Señor, las cuales ahora escuchaban nuevamente en claridad. Su memoria espiritual y renovación condujeron a la realización de convenios nuevos (ver Neh. 9:38; Neh. 10). Su huída de la esclavitud en Babilonia fue una sombra o representación de nuestra huída moderna de la Babilonia del mundo. (11) En nuestro tiempo, el Libro de Mormón ha sido un factor predominante en conducir a millones de personas fuera de las falsedades del mundo y de regreso a las verdades espirituales.

Muchos escritores judíos enseñan que el tema principal de la Fiesta de las Trompetas es el recuerdo: el recuerdo de Dios en relación a Sus convenios con Israel y la necesidad de Israel de recordar a su Dios. (12) Las plegarias del día muestran esta recordación. Le piden a Dios que recuerde Sus convenios con los antiguos patriarcas de que Él recogería nuevamente a Su pueblo.

Las escrituras judías que se leen en este día prometen tal recordación y hablan de la trompeta como señal. Por ejemplo, Isaías 27:13 dice: " Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria y los que habían sido desterrados a Egipto".

Otro ejemplo es Zacarías 9:14: "Jehová, el Señor, tocará la trompeta", lo cual acompaña declaraciones sobre Efraín asistiendo en el establecimiento del  pueblo del convenio del Señor (ver Zac. 9:13) y de que los de sangre israelita una vez más formarían parte de Su rebaño (ver Zac. 9:16).

Esta y otras relaciones de las escrituras son lo suficientemente fuertes como para que a través de los siglos numerosos escritores judíos, al explicar el propósito del sonido de las trompetas en la Fiesta de las Trompetas, hayan enseñado que este día eventualmente señalaría el retorno de Israel de su esparcimiento por el mundo. (13)

También se hace una lectura de pasajes de las escrituras que hablan de mujeres de la Biblia que llegaron a ser fértiles pasada su esterilidad. De hecho, la tradición judía indica que Dios cumplió Sus promesas a Raquel, Ana y Sara en este día especial. (14) Las connotaciones de estos eventos son impresionantes. Porque tras ser recordada Raquel, fue bendecida con José, de quien descienden Efraín y Manasés. De la esterilidad de Ana surgió el profeta niño Samuel y un retorno al sacerdocio en rectitud.

Por estas y otras razones, este día es visto por algunos escritores judíos como el día en que Dios eventualmente se levantará de Su asiento de juicio en lo relativo a Israel y se sentará sobre Su asiento de misericordia. (15) De esta manera, nivel sobre nivel de simbolismo, vemos que este día indica un nuevo comienzo para Israel en cuanto Dios tiene misericordia de ellos en su exilio, recuerda Sus convenios con sus padres, y comienza a restaurarlos como Su pueblo. Como resultado, se remueve su esterilidad, y comienzan nuevamente a ser árbol fructífero (ver 1 Nefi 10:14).

Este nuevo comienzo anticipado debía realizarse con el sonido de la trompeta (un shofar, o cuerno de carnero, se usa todavía en la práctica moderna). Un comentador judío ha dicho: "Con expectativa aguardamos el sonido de la [Trompeta] de Liberación, cuando Sión será libre para recibir a sus hijos exiliados de todas partes de la tierra". (16)

El 22 de setiembre de 1827, las trompetas de Israel sonaron en todo el mundo; era el día en que el Profeta Joseph Smith recibió las planchas de oro, las cuales ayudarán a cumplir la promesa de Dios de recordar a Israel en los últimos días.



El sonar de la trompeta es el ritual principal de la Fiesta de las Trompetas. Dado que la primera mención de una trompeta se realizó en el Monte Sinaí, estos instrumentos son vistos por los escritores judíos como símbolos de revelación (ver Ex. 19:16, 19). El sonido de la trompeta es, por tanto, interpretado como memorial de la revelación y convenios dados en el Monte Sinaí. No obstante, los trompetazos de Rosh Hashanah han sido aceptados por muchos judíos no sólo como memorial del antiguo convenio de Sinaí sino como preludio de un nuevo y futuro convenio a ser revelado, uno que resultará en la ulterior redención de Israel. (17) El ritual del día incluye una oración llamada "Trompetas" referente a la revelación.

Los servicios del día incluyen plegarias a Dios por la reconstrucción de Su templo (el lugar donde se realizan convenios) tal como Él lo prometió. (18) El sonido de las trompetas, que ha ocurrido en este servicio religioso desde 1827, de hecho precedió a una nueva revelación que conduce a la concertación de convenios nuevos en templos nuevos con un Israel que ahora se está congregando.


Parte del significado de la Fiesta de las Trompetas yace en su relación con los otros días sagrados relacionados con la última cosecha de Israel. En primer lugar, la ubicación de toda esta serie de días santos en el séptimo mes del calendario de Israel tiene un significado especial, dado que el séptimo período de un mes, año, etc., se considera generalmente santo y simbólico de completitud y cumplimiento.

Tan significativos son estos tres días (La Fiesta de las Trompetas [Rosh Hashanah], el Día de la Expiación [Yom Kippur], y la Fiesta de los Tabernáculos [Sukkot]), que en conjunto se los denominan "Días Santísimos" y "Días Temibles".

El lugar que ocupa la Fiesta de las Trompetas como el primero de la serie indica su importancia en la preparación para los días que se avecinan. En verdad, la misma naturaleza de las señales que hace la trompeta muestran la necesidad de arrepentimiento como parte esencial de esta preparación. En primer lugar, los rabbis enseñan, Dios ofrece esperanza, demostrado simbólicamente por una larga nota extendida. Luego sigue el gemir del hombre por sus transgresiones con el deseo de abandonarlas, representado por una serie de notas cortas. Finalmente el perdón de Dios otorgado a quienes verdaderamente se arrepienten se representa por otra nota larga. ¡Qué hermoso simbolismo para que tengamos en cuenta!

Las oraciones fijas de este día urgen realizar un arrepentimiento para la venida del reinado del Mesías. Y algunos enseñan que Dios establece juicio sobre quien vive y quien muere, quien será derribado y quien elevado. (19) Este juicio se basa, por supuesto, sobre quien de veras se ha arrepentido y quien sigue siendo digno. Se cree que el juicio final no es sellado sino hasta el Día de la Expiación.

El espacio entre la Fiesta de las Trompetas y el Día de la Expiación puede significar el tiempo que uno tiene para arrepentirse. De esta manera la trompeta de la Fiesta de las Trompetas emite una advertencia final: el tiempo es crucial para regresar a Dios y a la rectitud. (20)

Los expertos judíos enseñan que el Día de la Expiación representa el tiempo cuando se condena a quienes no se han arrepentido, mientras que al mismo momento los compungidos reciben perdón y son reconciliados con Dios. Los devotos creen que en este día entran espiritualmente en el Lugar Santísimo, que simboliza entrar en la presencia de Dios. Este tiempo representa la oportunidad otorgada de tener la más sublime y profunda comunión con Dios. (21)

Para los Santos de los Últimos Días que entienden el evangelio restaurado de Jesucristo, un estudio de la relación entre los días santos verifica lo que los profetas y las escrituras enseñan en relación a los acontecimientos de los últimos días. Cristo realizó su gran acto de Expiación durante Su vida mortal, pero aún así Su obra todavía no está completada. Su regreso cumplirá una reconciliación adicional entre Él y la humanidad, sirviendo como tiempo de Re-unión, un tiempo en que los compungidos podrán entrar físicamente en Su presencia.

Para los judíos (porque los últimos tres días santos significan algo del futuro) el período entre la Fiesta de las Trompetas y la Fiesta de los Tabernáculos se llaman "Días Temibles". Ya hemos notado que la fiesta de los Tabernáculos significa una cosecha ya efectuada, el reino Milenario de Cristo. En nuestra espera del cumplimiento ulterior de todas las obras del Señor, los Santos de los Últimos Días sabemos que verdaderamente serán Días Temibles.

¿Fue la entrega del Libro de Mormón en la Fiesta de las Trompetas una coincidencia? Los Santos de los Últimos Días que saben de estos eventos opinan lo contrario. La verdad de las escrituras y de las profecías con frecuencia se manifiestan a través del cumplimiento. Las planchas de oro fueron entregadas al joven Profeta Joseph Smith temprano en la mañana del 22 de setiembre de 1827. La Fiesta de las Trompetas junto a las plegarias por ser recordados por Dios como pueblo exiliado habían comenzado en la puesta del sol del día anterior. Los servicios continuaron esa mañana con el sonar del cuerno del carnero en todo el mundo. Oculto para Judá, todo lo que esos cuernos representaban ahora se estaba por cumplir. Porque en ese día, Dios recordó a Su pueblo y puso en marcha Su plan para recogerlos. En ese día, comenzó la última cosecha de Dios. En ese día, se concedió nueva revelación que conduciría a un retorno hacia convenios renovados. Desde ese día en adelante, Israel sería llamado al arrepentimiento como preparación del regreso y reinado de Cristo. El Libro de Mormón existe para cumplir estos propósitos. Hoy la imagen de Moroni suena la trompeta desde las torres de los templos esparcidos por el mundo elevando un llamado final para despertar, arrepentirse y prepararse.

Al saber como Santos de los Últimos Días que ésta es la cosecha final y que queda poco tiempo en reserva para trabajar, debería motivarnos adicionalmente a meter nuestra hoz con nuestra fuerza. En ese espíritu, al sentir el gozo de la cosecha, deberíamos dar a conocer la obra maravillosa que el Señor a manifestado en estos últimos días (ver D&C 65:4).




Notas

1. Ver Mat. 26:19; Mar. 14:16; Luc. 22:13; John P. Pratt, The Restoration of Priesthood Keys on Easter 1836,  Ensign, June 1985, 59-68, y July 1985, 55-64; ver también gráfica en Lenet Hadley Read, "Symbols of the Harvest", Ensign, Jan. 1975, 34.

2. Ver Ensign, July 1985, 57; Ensign, Jan. 1975, 33.

3. Ver Bruce R. McConkie, The Promised Messiah (1978), 431 32; Ensign, Jan. 1975, 34 35.

4. Por ejemplo, el Élder McConkie escribió sobre la fiesta de los Tabernáculos, "El hecho que celebra la finalización de toda la cosecha simboliza la realidad del evangelio de que es la misión de la casa de Israel reunir a todas las naciones hacia Jehová". (ver Promised Messiah, 432 33).

5. Ver Eduard Mahler, Handbuch der Jüdischen Chronologie (1916), 588. También se realizó una verificación de los calendarios judíos disponibles en las bibliotecas de la comunidad.

6. Abraham P. Bloch, The Biblical and Historical Background of the Jewish Holy Days (1978), 18 19.

7. Ver Bloch, Jewish Holy Days, 21.

8. Promised Messiah, 433.

9. Ver Ezra Taft Benson,  A New Witness for Christ,  Ensign, Nov. 1984, 7;  Born of God,  Ensign, Nov. 1985, 6.

10. See Rabbi Nosson Scherman and Rabbi Meir Zlotowitz, ed., Rosh Hashanah: Its Significance, Laws, and Prayers (1983), 60, 99.

11. Ver Bruce R. McConkie, The Millennial Messiah (1982), 289 93.

12. Ver Max Arzt, Justice and Mercy: Commentary on the Liturgy of the New Year and the Day of Atonement (1963), 32, 129.

13. Por ejemplo, ver Scherman and Zlotowitz, Rosh Hashanah, 58, 61 62, 112 13.

14. Ver Arzt, Justice and Mercy, 129.

15. Ver Arzt, Justice and Mercy, prefacio y 149.

16. Arzt, Justice and Mercy, 55.

17. Ver Philip Goodman, ed., The Rosh Hashanah Anthology (1970), 42; Leo Trepp, The Complete Book of Jewish Observance (1980), 95.

18. Ver Arzt, Justice and Mercy, 112 13.

19. Louis Jacobs,  Rosh Ha-shanah and Yom Kippur, en Mircea Eliade, ed., The Encyclopedia of Religion, 15 vols., (1987), 12:474.

20. Ver Scherman and Zlotowitz, Rosh Hashanah, 111.

21. Trepp, Complete Book of Jewish Observance, 92.

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