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Material Complementario

14 - La Ley de Consagración



Los Cielos Resuenan
Milton V. Backman, Jr.

Una Historia De Los Santos
De Los Últimos Días En Ohio
1830-1838

Traducido para E-SUD por Daniel Plata



Capítulo 5 - La Ley De Consagración
[The Heavens Resound: The Law of Consecration, page 63]

Mientras la prensa de Ohio se embarcaba en una agresiva campaña dirigida a frustrar el crecimiento de la Iglesia restaurada, algunos editores de Ohio y otros críticos también denunciaban las políticas económicas desarrolladas por Joseph Smith. Parte de la oposición surgió por una mala interpretación del programa de reforma económica revelado por el Profeta; los críticos lo asociaron con sistemas comunitarios establecidos por muchas de las otras comunidades religiosas de los albores de Estados Unidos.

Antes de su llegada a Kirtland, el Profeta había informado a los miembros de la Iglesia que se instituiría un nuevo sistema económico. La revelación dada en New York el 2 de enero de 1831, instruyendo a los Santos a congregarse en Ohio, también indicaba que después de establecerse los miembros en ese estado, recibirían la ley del Señor y serían investidos con poder de lo alto. La ley que recibirían incluiría provisiones relacionadas con los asuntos temporales de la Iglesia. La revelación especificaba: "estime cada hombre a su hermano como a sí mismo". Se relató una parábola que indicaba que los miembros de la Iglesia de Cristo deberían "se[r] uno", lo que aparentemente se refería, en parte, a la responsabilidad de los miembros de cuidar de las necesidades temporales los unos de los otros. La revelación además indicaba que se designaran hombres "por la voz de la iglesia" para cuidar de los pobres y necesitados y para "administrar los asuntos de los bienes de esta iglesia".1

Después de llegar a Kirtland, Joseph Smith se enteró de que un programa económico establecido por la "Familia" (los seguidores de Sidney Rigdon que habían creado una orden comunal en la granja de Isaac Morley en la sección nordeste del municipio de Kirtland) produjo controversias menores y grandes conflictos. Según John Whitmer, algunos integrantes de esta sociedad habían decidido que lo que pertenecía a uno pertenecía a todos; por tanto, tomaban entre sí las ropas y otras pertenencias de unos y otros y las usaban sin permiso. Este accionar, nos relata, los guiaba rumbo a la destrucción temporal.2 Reconociendo que los problemas causaban aflicción entre estas personas, Joseph Smith los instruyó indicándoles que abandonaran su programa de "propiedad en común" para seguir una ley más perfecta del Señor.3

No sólo había necesidad de darles un mejor sistema económico a los miembros de la orden comunal de Kirtland, sino que también las finanzas debían cubrir varios programas de la Iglesia. Por ejemplo, se necesitaba dinero, provisiones y propiedades para ayudar de forma inmediata a los pobres y asistir a los inmigrantes que habían sacrificado mucho para congregarse en Ohio. Algunos líderes de la Iglesia también necesitaban ayuda financiera. Joseph Smith carecía de un hogar para su familia, y Sidney Rigdon, después de unirse a los SUD, perdió su hogar pastoral y el apoyo económico que recibía previamente de su congregación. Edward Partridge, después de ser llamado en febrero de 1831 a dedicar todo su tiempo a la Iglesia, no estaba en condiciones de mantener a su familia con sus empresas mercantiles. Además, con el paso de los años, se necesitaron fondos para apoyar las publicaciones de la Iglesia, los programas educativos y la construcción de edificios, especialmente el Templo de Kirtland.4

Al vivir en una época de revuelo social, el Profeta sin dudas sabía de la existencia de los sistemas financieros idealistas en boga. Antes de 1830, los shakers, harmonitas, los socialistas owenitas, y los separatistas de Zoar, en Ohio, habían iniciado sistemas económicos poco convencionales. Algunas de las órdenes más exitosas habían sido instituidas por los miembros de las Sociedad Unida de los Creyentes en el Segundo Advenimiento de Cristo, comunmente conocidos como los Creyentes o Shakers. Ya por 1830 esta fe había establecido unas veinte colectividades de tipo comunal entre Maine y Kentucky; tres estaban localizadas en Ohio, incluso una a pocas millas al oeste de Kirtland. Las personas al unirse a esta orden daban a la sociedad sus pertenencias y vivían bajo un sistema de posesión y uso en común de la propiedad. Hombres y mujeres dormían en distintos dormitorios, comían en un mismo comedor, trabajaban en labores asignadas y adoptaban el principio de celibato.5

Los Santos no tuvieron que esperar mucho por detalles en relación al nuevo orden económico que deberían seguir. El 4 de febrero de 1831, pocos días después de su llegada en Kirtland, el Profeta recibió una revelación en la cual Edward Partridge fue llamado a ser el primer obispo de la Iglesia y se le instruía a dedicar todo su tiempo en este servicio.6 Cinco días después, en presencia de doce élderes, Joseph Smith recibió otra revelación que no sólo daba a Edward Partridge una breve guía sobre algunas de sus responsabilidades, sino que también delineaba la estructura básica del nuevo sistema.

El orden económico revelado el 9 de febrero ha sido llamado la ley de consagración y mayordomía, la Primera Orden Unida, la Orden de Enoc, y la Orden de Mayordomías. El hilo conductor de este nuevo sistema era el concepto que la tierra, así como todas las cosas sobre ella, pertenecen al Señor, y que los individuos, como mayordomos del Señor, tienen la responsabilidad de cuidad de los pobres. Los  miembros de la Iglesia recibieron el mandato por revelación de consagrar su propiedad al Señor a través del obispo y de sus consejeros designados para tal propósito, "mediante un convenio y un título que no pueden ser violados". Tras la recepción de la propiedad, el obispo recibió instrucciones de designar a cada hombre "administrador de sus propios bienes", o de los que él (el miembro) hubiere recibido del obispo, "cuanto sea suficiente para él y su familia". El excedente debía de guardarse en el almacén del Señor "para suministrarse a los pobres y a los necesitados", según la determinación del obispo y de los élderes de la Iglesia, y también para comprar tierras y para la construcción de la Nueva Jerusalén.7

La revelación daba un lineamiento general de la ley de consagración y mayordomía; pero mucha gente, tanto miembros como no miembros, no comprendieron en ese entonces el significado preciso de términos tales como "consagración", "mayordomo", "mayordomía" y "almacén". Por consiguiente, cuando los SUD comenzaron a vivir esta ley, se reveló información adicional por medio del Profeta, y con el paso de los meses, Joseph Smith y otros líderes de la Iglesia continuaron instruyendo a los Santos sobre la ley de consagración y mayordomía.

Los Santos lograron un mejor entendimiento del significado de las mayordomías cuando, en mayo de 1831, Joseph Smith recibió una revelación en relación a los asuntos temporales de los Santos que habían llegado recientemente a la Reserva Occidental desde el área de Collesville, New York. Les informó a los inmigrantes que debían establecerse en Thompson, Ohio, unas pocas millas al este de Kirtland, en la propiedad de un converso reciente de la Iglesia, un ex-shaker llamado Leman Copley. Según la revelación, los Santos de Thompson debían consagrar su propiedad al Señor a través de Edward Partridge, después de lo cual él les "señalaría" o distribuiría una porción a cada familia según "sus circunstancias, carencias y necesidades".8

A pesar de los intentos del Obispo Partridge por inaugurar la ley de consagración en Thompson, se desarrollaron conflictos que impidieron la completa implementación. Si bien es cierto que no sabemos las razones precisas de los conflictos, el egoísmo y la codicia sin duda jugaron su parte. Después de que Leman Copley rompiera su contrato de acceder a que los Santos de los Últimos Días ocuparan la tierra de su granja y les hubiera ordenado abandonar su propiedad, Newel Knight se dirigió velozmente a Kirtland para informarle a Joseph Smith sobre las dificultades.9 Posteriormente el Profeta recibió una revelación en junio de 1831 instruyendo a Newel Knight y a los otros habitantes de la granja Copley a "arrep[entirse] de todos sus pecados" y a "[ir] a las regiones del Oeste, a la tierra de Misuri, hasta las fronteras de los lamanitas".10 Poco después, por lo menos catorce familias (veintitrés adultos y ochenta y ocho niños) que habían emigrado del este de New York hacia Ohio, comenzaron su viaje a la frontera de Misuri.11

Los líderes de la Iglesia hicieron otro intento más, en el verano de 1831, para poner en marcha la ley de consagración y mayordomía una vez que los miembros comenzaban a reunirse en Misuri occidental. Algunos inmigrantes habían sido llamados por revelación para colonizar la región, mientras que otros inmigraron al lugar con un llamado directo para participar en la construcción de Sión, una ciudad de refugio y paz, en "la América occidental". El 4 de junio de 1831, un día después de una conferencia especial celebrada en Kirtland, Joseph Smith recibió el mandato de instruir a veintiocho élderes para que viajaran hacia Misuri.12 Poco después de esta revelación, Algernon Sidney Gilbert, William W. Phelps, y Joseph Coe fueron también llamados para viajar al oeste.13

Los élderes que habían sido llamados a Misuri comenzaron a salir de Kirtland en compañerismos o en pequeños grupos a mediados de junio. Joseph Smith, acompañado por otros siete, salió para el oeste el día diecinueve y llegó hasta Cincinnati usando como transporte el carro, el bote (por el canal) y la diligencia. Desde Cincinnati procedieron por bote hasta St. Louis; y desde allí, cinco de ellos —Joseph Smith, Martin Harris, William W. Phelps, Edward Partridge, y Joseph Coe— caminaron 240 millas (386 km) atravesando el estado hasta el condado de Jackson.14 Allí se encontraron con Oliver Cowdery, Ziba Peterson, y Peter Whitmer, tres de los misioneros que presentaron el evangelio a los seguidores de Sidney Rigdon en la Reserva Occidental, junto con Frederick G. Williams, quien recientemente se había unido a los misioneros en Kirtland. Parley P. Pratt anteriormente se había apartado del grupo en Misuri para viajar hacia el este y evaluar las condiciones de la Iglesia en Ohio, informando al Profeta de los logros de los misioneros. Los cuatro misioneros ahora recibieron a los élderes de Ohio, a los Santos de la rama de Colesville y a unas pocas personas más que habían inmigrado al oeste.15

Durante su estadía en el Condado de Jackson durante la última parte de julio y principios de agosto, Joseph Smith recibió cuatro revelaciones con información sobre varios temas, incluyendo la ley de consagración. Las revelaciones indicaban que Misuri era "la tierra prometida y el sitio para la ciudad de Sión", que los habitantes de Sión debían limpiarse de toda injusticia (porque Sión significaba los puros de corazón), que debían amar y servir a Dios y amar a su prójimo como a sí mismos, y que debían vivir de acuerdo con otras leyes de Dios. También se reveló que la villa de Independence era el "lugar central" de Sión y que se debía construir un templo allí en la tierra al oeste de la corte de justicia. William W. Phelps fue llamado a servir como impresor para la Iglesia, y Oliver Cowdery debía ayudarlo en esta tarea.16

La mayor parte de la información referida a la ley de consagración pertenecía más a asignaciones que a divulgación adicional concerniente a la naturaleza de la ley. El Obispo Edward Partridge recibió la responsabilidad de dividir la tierra entre los Santos para que todos los que se congregaran pudieran recibir una herencia. Sidney Gilbert recibió el llamado para servir como agente de bienes raíces para los Santos; debía establecer un comercio en esa comunidad y usar las ganancias de este negocio para comprar tierras sobre las cuales se pudieran establecer los Santos. Martin Harris recibió el mandato por revelación de dar un buen ejemplo a los otros miembros "poniendo su dinero delante del obispo". Luego recibiría una herencia según sus deseos.17
  
Además de poner los cimientos de un nuevo orden económico, Joseph Smith y otros líderes de la Iglesia tomaron parte en muchas otras actividades en Misuri. El 2 de agosto de 1831, el profeta ayudó a los Santos de Collesville en  la colocación del primer tronco para la edificación de una casa de adoración en Kaw Township, a doce millas al oeste de Independence. El tronco fue transportado por doce hombres, en honor a las doce tribus de Israel. Ese mismo día, Sidney Rigdon estaba en Independence consagrando y dedicando ese área para el recogimiento de los Santos. El 3 de agosto, en compañía de otros ocho hombres, Joseph Smith se ubicó en un terreno de diez acres donde se construiría un templo, y dedicó la tierra para la construcción de una casa del Señor.18

Unos seis días después de la dedicación del sitio del templo, el Profetas y otras diez personas (entre ellas Oliver Cowdery y Sidney Rigdon) lanzaron sus canoas en el río Misuri y comenzaron su viaje de regreso a Ohio. En el tercer día de este viaje se encontraron con aguas peligrosas. Mientras el grupo acampaba a orillas del río, Joseph Smith informó que William W. Phelps había visto en visión "al destructor en su poder más espantoso, montado sobre la faz de las aguas". La mañana siguiente, el 23 de agosto, el Profeta anunció que había recibido una revelación que hacía referencia a esta visión y que se instruía a Sidney Gilbert y W. W. Phelps a continuar su viaje con celeridad por tierra o por agua, e instruía a otros a evitar la ruta por agua "salvo por el canal, al ir a sus hogares".19 De acuerdo con esta revelación, Joseph y algunos élderes continuaron su viaje a St. Louis por tierra, y entonces por diligencia hacia el este, llegando a Kirtland el 29 de agosto, dieciocho días después de su partida de Independence.20

Después de regresar a Kirtland, Joseph Smith recibió varias revelaciones adicionales para instruir a los miembros, algunas dirigidas a personas específicas, en lo relativo a sus responsabilidades bajo la ley de consagración. A Titus Billings e Isaac Morley se les dijo de vender sus granjas en Ohio para mudarse a Misuri.21 A otros (incluidos Newel K. Whitney y Frederick G. Williams) se les mandó no vender sus propiedades sino mas bien permanecer en Kirtland.22 Los miembros de la Iglesia en Ohio fueron amonestados para contribuir con la compra de tierra en Misuri con el objetivo de ayudar en la construcción de Sión en el condado de Jackson. Mientras tanto, Oliver Cowdery y Newel K. Whitney fueron llamados a una misión entre los miembros de la Iglesia para recolectar fondos para la construcción de la Nueva Jerusalén en el oeste de Norteamérica.23

Un problema serio que impidió el éxito de la ley de consagración en Kirtland en 1831 fue el hecho de que pocos miembros de la Iglesia poseían allí tierras o eran titulares de otras formas de propiedad que pudieran usarse para ser redistribuidas. Dado que la mayoría de los conversos no podían contribuir con una cantidad significativa de propiedad para la orden, no había tierras para ser distribuidas en forma de herencias. La única extensión en acres bajo propiedad de la membresía era la granja de Isaac Morley donde había estado viviendo "La Familia". Si bien vendió a un no miembro aproximadamente 50 acres de tierra en 1831, retuvo unos 80 acres para sí; y luego de inmigrar a Misuri, muchos miembros de la Iglesia se establecieron en su granja. De hecho, esta tierra fue el lugar principal de recogimiento de los Santos en Kirtland antes de 1832. Newel K. Whitney era el dueño de un almacén situado en la llanura el cual servía como fuente de ingresos para su familia. Unos pocos miembros (quienes pagaban impuestos por los caballos y el ganado) vivían en casas en tierras sobre las que no habían comenzado a pagar impuestos, lo cual indicaba que, en algunos casos, no poseían los títulos de propiedad.24

A pesar de que los Santos de los Últimos Días carecían de tierra suficiente en Kirtland para que les fueran otorgadas herencias a todos ellos, Joseph Smith siguió recibiendo revelaciones durante el otoño de 1831 en relación a las responsabilidades temporales de los Santos. En una conferencia celebrada en Hiram, Ohio, los miembros aceptaron que era necesario que algunas revelaciones recibidas por el Profeta fueron impresas y distribuidas; seis hombres (Joseph Smith, Martin Harris, Oliver Cowdery, John Whitmer, Sidney Rigdon, y William W. Phelps) fueron encomendados con esta asignación. Ellos organizaron una "firma literaria" en noviembre de 1831 como mayordomía en sociedad para publicar y vender libros, publicaciones periódicas y diarios de noticias para la Iglesia. A pesar de que ninguno de ellos poseía propiedades en Kirtland, se les mandó ser iguales en las "cosas temporales". Se les proveyó para sus gastos de la vida diaria, pero cualquier excedente que ganaran debía de entregarse al almacén del Señor.25 En diciembre, Newel K. Whitney fue llamado para servir como obispo de Kirtland y de las ramas del este de la Iglesia. Mientras presidía sobre los asuntos temporales de los Santos de los Últimos Días de Kirtland, administró el almacén del Señor, llevó la contabilidad de la propiedad consagrada para el uso de la membresía de la Iglesia, y en otros respectos ayudó a los pobres para que obtuvieran lo necesario para vivir.26
 
En abril de 1832 se produjo otro intento de implementación de la ley de consagración y mayordomía. De acuerdo con una revelación que Joseph Smith había recibido en Misuri durante su segundo viaje a ese estado, se creó un concilio central (al cual se le refirió como orden, Orden Unida y Firma Unida) para administrar los asuntos temporales de la Iglesia. Éstos incluían la supervisión general de los pobres, responsabilidad que se continuó a nivel local por medio de los obispos de Sión (Misuri) y Kirtland. En la primavera de 1832, se reunieron nueve élderes para dirigir las actividades de la Firma Unida. Cinco de ellos vivían en Misuri (Oliver Cowdery, Edward Partridge, Sidney Gilbert, John Whitmer, y William W. Phelps) y cuatro eran residentes de Ohio (Joseph Smith, Newel K. Whitney, Sidney Rigdon, y Jesse Gause). Después de que uno de los líderes (Jesse Gause) apostatara, Frederick G. Williams llegó a ser miembro de la firma, como así también John Johnson. Después del regreso de Oliver Cowdery y Martin Harris a Ohio, se unieron con otros líderes en Kirtland para dirigir los asuntos económicos de la Iglesia en esa parte del país.27 Estos miembros funcionaron como cuerpo contralor (como una mesa de directores que manejan una corporación) y usaron los medios financieros a su disposición para financiar varios programas de la Iglesia. Mientras compartían las responsabilidad de poseer propiedades como apoderados, los directores de la Firma Unida también cuidaban a los pobres, supervisaban los almacenes del Señor, compraban tierras para los recién llegados a Kirtland y Misuri, y ayudaban en la construcción del Templo de Kirtland.28

Entre 1832 y 1834 hubo un incremento significativo en la cantidad de propiedades escrituradas y administradas por los líderes de la Iglesia en Kirtland. En abril de 1832, poco antes de la organización de la Firma Unida, Frederick G. Williams había comprado unos 144 acres en Kirtland por 2000 dólares. Esta tierra (conocida como la granja de Frederick G. Williams) estaba ubicada en una meseta al sur de Kirtland Flats. En 3 de mayo de 1834, esta propiedad fue transmitida (sin remuneración monetaria) a Joseph Smith, quien actuó como agente para la Iglesia.29 En abril de 1833, Joseph Coe y Ezra Thayer (quienes habían sido llamados a servir como agentes agrarios) le compraron a Peter French 103 acres para la Iglesia. La propiedad French (que le costó a los Santos cinco mil dólares) se expandía desde la granja Williams hasta el frente de la colina (que incluía la propiedad sobre la que se construyó el templo) y luego desde la empinada pendiente hasta el brazo este del río Chagrin.30

Los líderes de la Iglesia no sólo administraban las granjas Williams, French, e Isaac Morley, sino que también bajo el sistema de mayordomías operaban el almacén Newel K. Whitney, una curtiembre, un negocio de impresión y una fábrica de ceniza. También más tarde operaron una serrería a vapor. Si bien algunos conversos congregados en Kirtland tenían fondos suficientes para comprar tierras de manos de no miembros, otros se asentaron en propiedades de la Iglesia. Los que ocuparon la tierra de la Iglesia contribuían con lo que podían en los programas de la Iglesia, alquilando la tierra en un sentido o haciendo pagos anticipados para ser titulares. Mientras tanto, los impuestos inmobiliarios eran pagados por los distintos líderes de la Iglesia.31

Otro cambio significativo en la aplicación de la ley de consagración y mayordomía ocurrió en 1834. El 23 de abril de ese año, Joseph Smith recibió una revelación que separaba la Orden Unida de Kirtland de la orden en Sión y, debido a conflictos internos, persecución y expulsión de los Santos de Jackson County, se disolvía la estructura de la organización en Misuri.32  Esta revelación también instruía a los miembros de la Orden Unida de Kirtland a dividir entre sí algunas de las propiedades de la Iglesia. En vez de administrar la mayoría de las propiedades como grupo, los de Kirtland recibieron responsabilidades específicas, y determinada propiedad sería su mayordomía. Sidney Rigdon recibió el hogar y lote en el cual residía, incluyendo la curtiembre. Él debía dirigir la curtiembre y tomar fondos de ellos para su sostén económico.33 Oliver Cowdery y Frederick G. Williams fueron llamados a dirigir la operación de la oficina de imprenta. Elder Williams también recibió la mayordomía de la casa en la que vivía, y Elder Cowdery recibió el lote adyacente a la imprenta.34 John Johnson recibió la casa en la que residía, Joseph Smith recibió tierras cerca del lote en donde se estaba efectuando la construcción del Templo de Kirtland, y Martin Harris también fue hecho mayordomo sobre un lote de tierra.35 Mientras tanto, Newel K. Whitney seguía operando el almacén y también recibió el lote en donde se hallaba la fabrica de ceniza.36 Si bien la revelación asignaba muchas mayordomías en forma específica a ciertos miembros llamados por nombre, también dejaba en claro que todo miembro de la Iglesia era un mayordomo "sobre las bendiciones terrenales" y era responsable ante el Señor por su mayordomía. El Profeta enseñó que estaba dentro de la mayordomía de todo miembro el estar "anhelosamente consagrados a una causa buena, y hacer muchas cosas de su propia voluntad y efectuar mucha justicia" porque "el poder [del Espíritu de Dios] esta[ba] en ellos".37

En 1833, cuando unos cuantos líderes de Kirtland estaban juntando sus recursos económicos en un intento de conseguir fondos para sustentar programas de la Iglesia, el Obispo Edward Partridge dirigía en Misuri un tipo diferente de orden económico. Allí los miembros cedían voluntariamente su propiedad al obispo y éstos a su vez recibían herencias. En vez de dar títulos a los miembros, el Obispo Partridge en el otoño de 1832, les alquiló la tierra a los Santos. Bajo la provisión de los contratos, los mayordomos no podían transferir sus herencias a sus esposas, hijos o herederos, o vender su propiedad. Los contratos además estipulaban que si una persona se alejaba de la Iglesia, no tenía derechos legales sobre su herencia.38

En varias ocasiones Joseph Smith escribió a los líderes de la Iglesia en Misuri informándoles que su aplicación de la ley de consagración y mayordomía no era correcta. En una carta a William W. Phelps fechada el 27 de noviembre de 1832, el Profeta indicaba que estaba descontento porque los Santos que se habían congregado en Sión no habían recibido "sus herencias por consagraciones, por orden del título (o escritura) del Obispo".39

Unos cinco meses más tarde, el Profeta informó al Obispo Partridge, por carta fechada el 2 de mayo de 1833, que si bien los mayordomos no tenían derecho a reclamar su consagración original, sus herencias les pertenecían; era suya la propiedad. "Concerniente a las herencias", explicó, "usted está obligado por la ley del Señor a dar un título, haciendo propietario al que recibe una herencia, su herencia como herencia sempiterna, o en otras palabras, para ser su propiedad individual, su mayordomía privada".40 Además enseñó que si una persona transgredía y dejaba la Iglesia, la herencia aún le pertenecía a la misma. Este concepto llegó a ser un principio obligatorio cuando se incluyó en una revelación que fue publicada inicialmente en la primera edición de Doctrina y Convenios (1835). El Profeta registró en esa obra una declaración que eliminaba toda confusión concerniente a la titularidad de las herencias. "Y si peca, y no se le estima digno de pertenecer a la iglesia, no tendrá poder para reclamar la parte que haya consagrado al obispo para los pobres y los necesitados de mi iglesia; por tanto, no retendrá lo que haya dado, sino que sólo tendrá derecho a la parte que haya recibido por escritura." 41

Al estudiar las distintas revelaciones e instrucciones dadas por Joseph Smith sobre el tema de la consagración y la mayordomía, se hace posible resumir y comprender mejor este programa económico. En armonía con la fase económica de la ley, se le pidió a los miembros que transfirieran las escrituras de sus propiedades al obispo de la Iglesia. Entonces ellos recibían el título de una mayordomía, es decir, un medio de producción o sustento para la familia. Esta herencia se basaba en los requerimientos (en la medida que fueran justos), necesidades, circunstancias (incluida el tamaño de la familia) y las habilidades de los mayordomos. En momentos determinados, la producción extra y el incremento que estuviera más allá de las necesidades de la familia debía ser dado al almacén del obispo para los proyectos de la Iglesia, que incluía el cuidado de los pobres. Si alguien abandonara la orden, debía recibir su herencia pero no el excedente que había donado a la Iglesia. Las familias debían vivir por separado, y las relaciones comerciales se debían llevar bajo un sistema en el que los mayordomos poseían o tenían los títulos de su propiedad.

Los Santos que entraban en este orden eran puestos esencialmente en el mismo nivel económico. Esta equidad básica debía mantenerse por medio de las donaciones periódicas del excedente a la Iglesia. Este excedente en realidad se producía desde dos fuentes principales: las consagraciones que excedían el monto dado como herencia y las contribuciones de los mayordomos mismos. Este excedente (o resto, como se lo denomina en la sección 42 de Doctrina y Convenios) era, por supuesto, una parte vital del sistema económico. Era necesario para sostener los distintos programas de la Iglesia, tales como ayudar a los inmigrantes para recibir tierras y ayudar a los mayordomos que experimentaban reveses económicos resultantes de percances o desastres.

Este sistema no sólo preservaba los valores esenciales del sistema capitalista (como ser iniciativa personal, propiedad privada y recompensas por el esfuerzo) sino que también fue diseñado para eliminar algunos de los aspectos negativos de ese sistema económico, como ser, la pobreza en medio de la plenitud, las desigualdades de riquezas, y la competencia pródiga. La ley de consagración promovía la igualdad económica sin comprometer el albedrío o la excelencia. La redistribución de la riqueza ponía a todas las familias esencialmente sobre el mismo plano económico y eliminaba la necesidad de ciertos tipos de programa de ayuda social al dar a todos, incluyendo a los pobres, propiedad suficiente para atender sus necesidades. No estaba orientado a establecer una igualdad completa, porque los miembros recibían distintos tipos y formas de herencia, pero estaba pensado para implementar un principio dado por la revelación registrada en Kirtland en marzo de 1831: "No se ha dispuesto que un hombre posea más que otro; por consiguiente, el mundo yace en el pecado".42

Aunque Joseph Smith enseñó los principios básicos de la ley de consagración y mayordomía en la década de 1830, sólo se vivieron ciertas partes de la ley en ese momento. En algunos respectos, la aplicación más cabal de la ley en Kirtland fue hecha por los miembros de la Orden Unida o la Firma Unida. Muchos otros, sin embargo, vivieron en armonía con los principios básicos de la ley de consagración, es decir, el sacrificio del tiempo y de las posesiones materiales para la edificación del reino de Dios. A mediados de la década de 1830, muchos Santos de Kirtland sacrificaron una parte sustanciosa de su riqueza material para hacer avanzar programas de la Iglesia, incluida la construcción del Templo de Kirtland. Un alto porcentaje de los Santos no recibieron el pedido de consagrar su propiedad, y muchos de los conversos que se reunieron en Kirtland no compraron tierras en ese poblado. En vez de ser propietarios de sus granjas, vivieron en la propiedad de la Iglesia cerca del sitio del templo, donde construyeron pequeñas casas de troncos y por muchos años dedicaron la mayor parte de sus esfuerzos y recursos económicos para construir el Templo. Esta aplicación de la ley de consagración en Kirtland es evidente en los registros de impuestos sobre las propiedades del Condado Geauga en la década de los años 30. En marzo de 1835, Joseph Smith identificó a 121 hombres que habían ayudado en la edificación del templo, el cual todavía estaba en construcción, y ellos recibirían en ese entonces una bendición especial. Esta lista incluía a la mayoría (si no a todos) los hombres que habían trabajado en el templo. De estos 121, cerca de un 52% eran propietarios de tierras en Kirtland durante la década de 1830 (basándonos en los registros de impuestos sobre inmuebles y registros catastrales), y 13 de ellos que no tenían tierras (11 %) pagaban un impuesto personal de propiedad. Durante los años en que se desarrolló la construcción del templo (1833-36), sólo el 30% de los constructores compraron tierras en Kirtland. Aunque unos pocos hombres vivían al otro lado del límite geográfico del pueblo y hubieran comprado tierras en otra comunidad, muchos de ellos vivieron en tierras de la Iglesia (el impuesto tasado pagado por distintos líderes), y en vez de comprar tierras usaron sus recursos para construir una casa para el Señor.43

Si bien la mayoría de los miembros de la Iglesia en Kirtland dieron generosamente de su tiempo, energía y medios materiales para edificar el reino de Dios, pocos conversos fueron castigados por no contribuir, en la medida de sus medios, a los pobres y a la Iglesia. En un caso importante juzgado por el sumo consejo de Kirtland en 1836, dos miembros, un élder y un setenta, fueron acusados de codiciar su dinero y carecer de la benevolencia que debería acompañar a la conversión al evangelio de Cristo. Durante uno de estos tribunales, Frederick G. Williams, como miembro de la Primera Presidencia, declaró que la Iglesia era pobre, hablando desde el punto de vista financiero, y admitió que la Iglesia estaba plagada de deudas que causaban vergüenza a los líderes. Se necesitaban donaciones adicionales, indicó, para aliviar la angustia. Luego de estas observaciones, otro miembro de la Primera Presidencia, Sidney Rigdon, disertó sobre la relación entre propiedad y las leyes de Dios. "Es el deber de los Santos", sugirió, el sacrificar "todo" por la edificación del reino de Dios y por el cuidado de los pobres. Cristo, dijo él, sacrificó todo para que pudiéramos ser salvos; así pues debemos seguir el ejemplo del Salvador y ser perfeccionados por nuestras aflicciones. Uno de los miembros fue criticado por no ayudar a su vecino que se había caído del tejado, se había herido y no podía trabajar por un tiempo. La familia del vecino estaba en aprietos económicos, y el acusado había dicho que había planeado ayudarlo, pero que esta promesa no se había cumplido. En uno de estos casos, la corte determinó que el miembro debía cambiar su actitud hacia el dar, o la mano de hermandad sería retirada de su persona. En el otro caso, el miembro confesó que no se había percatado de su egoísmo, prometiendo corregir sus faltas, pidiendo el perdón de Dios y de la Iglesia.44

Mientras unos pocos líderes de la Iglesia unieron sus recursos económicos y otros miembros sacrificaron su riqueza material para avanzar la restauración del movimiento en Kirtland, una aplicación más específica del la ley de consagración y mayordomía se estaba intentando en Misuri. Sin embargo, se desarrollaron problemas allí en lo relativo a su aplicación, y antes de poder implementar el programa por completo, muchos Santos de los Últimos Días fueron expulsados de sus hogares en Jackson County. Por consiguiente, en ningún momento durante la década de 1830 muchos miembros de la Iglesia vivieron la ley como estaba estipulada específicamente en las revelaciones anunciadas en lo años 30. Sin embargo muchos no miembros estaban convencidos de que la ley de consagración y mayordomía estaba controlando las actividades económicas de los miembros de la Iglesia. Tales personas no sólo estaban en error en lo que respecta al cumplimiento de la ley por parte de la Iglesia, sino que, en gran forma debido a una mala interpretación de los diarios, no comprendieron bien la ley en sí y condenaron a los Santos por adoptar tal programa.

Cuando la revelación inicial de la ley de consagración y mayordomía fue registrada, la Iglesia no poseía una imprenta. La revelación, sin embargo, fue copiada por algunos miembros, y una de esas transcripciones cayó en manos de un editor no miembro en Ravenna, Ohio. Después de esto, esta revelación fue publicada en Ravenna en el otoño de 1831 y luego se volvió a publicar en otros diarios del Western Reserve. Los críticos de la Iglesia contendían que los predicadores Santos de los Últimos Días habían recibido el mandato de no decir a los miembros sobre el programa económico hasta que los mismos "maduraran en la fe". La revelación fue publicada por los no mormones bajo el encabezado "Leyes Secretas Secundarias De Los Mormonitas" con un subtítulo explicando que los mormones eran compelidos a adoptar las regulaciones económicas.45

Si bien los críticos estaban errados al afirmar que los Santos de los Últimos Días eran compelidos a vivir en armonía con la ley de consagración y mayordomía, no presentaron una visión falsa de los hechos al afirmar que los Santos de los Últimos Días fueron llamados a hacer sacrificios económicos. En medio de la pobreza, privación, y otras formas de penurias económicas, los Santos de Kirtland siguieron sacrificándose al congregarse en Ohio y Misuri, al apoyar el programa misional de la Iglesia, al construir un templo para el Señor, y al ayudar a los Santos de Misuri.46  El evangelio restaurado preparó así a los hombres para un nuevo modelo de vida. En su accionar de burlas hacia los Santos por abandonar parte de su riqueza mundanal, los críticos no mormones no pudieron entender que los conversos de la Iglesia fueron investidos de nuevos incentivos y fueron motivados por una ley dada por revelación que los animó a dar con devoción de su tiempo, talentos y riqueza material para edificar el reino de Cristo sobre la tierra.


Notas


1. D&C 38:24, 36. Esta revelación se publicó inicialmente en el Book of Commandments for the Government of the Church of Christ 40 (Zion [Independence] Missouri, 1833): 21-22. Hay algunas diferencias en la escritura de estas ediciones publicadas. Como parte de su creencia en el principio de la revelación continua, los Santos de los Últimos Días sostienen  que los líderes autorizados tienen la autoridad para editar (en la forma de adiciones o explicaciones) las revelaciones. Joseph Smith, quien registró las revelaciones originales, supervisó la edición y publicación de estos escritos cuando fueron impresos en la edición de 1835 de Doctrina y Convenios.
2. John Whitmer, "The Book of John Whitmer," p. 11.
3. HC 1:146-47
4. Leonard J. Arrington, "Early Mormon Communitarianism: The Law of Consecration and Stewardship," Western Humanities Review 7 (Autumn 1953): 346-50.
5. Para más información sobre los Shakers, véase Edward Andrews, The People Called Shakers, y para información general sobre las primeras sociedades utópicas en Estados Unidos, véase Arthur Eugene Bestor, Jr., Backwoods Utopias.
6. D&C 41:9-11.
7. D&C 42:30-35. Las ideas fundamentales halladas en esta revelación se publicaron inicialmente por los Santos de los Últimos Días en el número de julio de 1832 del Evening and the Morning Star bajo el título "Extractos de Las Leyes para el Gobierno de la Iglesia de Cristo". Esta información se incluyó más adelante en el Book of Commandments, capítulo 44, y en una versión más ampliada de la reimpresión del Evening and Morning Star publicado en Kirtland. Fue impresa originalmente en la Doctrina y Convenios (edición de 1835) como la sección 13.
8. D&C 51:2-3.
9. John Whitmer, "The Book of John Whitmer," pp. 29-30; HC 1:180; "Newel Knight's Journal," Scraps of Biography, pp. 69-70; autobiografía de Jared Carter, p. 3. El nombre de pila de Copley se escribe Leman y Lemon en varios registros.
10. D&C 54.
11. Los nombres de estos inmigrantes están registrados en Porter, "A Study of the Origins of the Church," pp. 299-303.
12. D&C 52:2-3, 7-12, 22-32. Se indicó que estos misioneros viajaran en parejas o en pequeños grupos, que tomaran caminos distintos y que predicaran y bautizaran mientras viajaran hacia el oeste.
13. D&C 53:1-5; 55:1-6.
14. HC 1:188-89. Ver también "History of Orson Pratt," Deseret News, June 2, 1858, y publicado en Elden J. Watson, comp. , The Orson Pratt Journals, p. 11. Pratt escribió que mientras viajaban a Misuri, él y su hermano Parley tuvieron cerca de cincuenta reuniones y bautizaron once conversos. Mientras tanto, Joseph Smith tenía charlas sobre principios del evangelio en Cincinnati con Walter Scott, uno de los líderes del movimiento restauracionista y viejo compañero de Sidney Rigdon.
15. HC 1:189.
16. HC 1:189-202; D&C 57, 58, 59, 60.
17. HC 58:35-38.
18. HC 1:196-99.
19. D&C 61:9, 22-23.
20. HC 1:206.
21. D&C 63:39; 64:20.
22. D&C 64:21, 26.
23. D&C 63:42-46; John Whitmer, "The Book of John Whitmer," p. 37.
24. Geauga County, Ohio, Registros Catastrales, Libro 15, pp. 490-92 (de aquí en más citado como Registros Catastrales de Geauga); Book 17, p. 32, copia en microfilm, BYU y Church Genealogical Department; Geauga County, Ohio, Kirtland, Registros de Rentas, 1830-1833, copia en microfilm, BYU y Church Genealogical Department.
25.  D&C 70:1-3, 7, 14; Far West Record, p. 31; Kirtland Council Minute Book, p. 108.
26. D&C 72:7-8; 84:112; 104:40-42. El establecimiento mercantil del obispo Whitney fue llamado Newel K. Whitney and Company y sirvió como agencia para distribuir mercadería a los necesitados. En Misuri estaba localizado un almacén similar llamado Gilbert, Whitney and Company. Leonard J. Arrington, Feramorz Y. Fox, and Dean L. May, Building the City of God, pp. 31, 435.
27. D&C 96:1-8; 104:20-50; HC 1:353, 363; Far West Record, p. 32; Kirtland Council Minute Book, pp. 13, 24; Arrington, Fox, and May, Building the City of God, pp. 31, 435.
28. Feramorz Y. Fox, "United Order: Discrimination in the Use of Terms," Improvement Era 47 (July 1944): 432. Una de las bases desde la cual creció la Firma Unida fue el negocio Gilbert-Whitney de Kirtland; después que A. Sidney Gilbert fuera llamado por revelación para dirigirse a Misuri, este negocio fue expandido para formar los establecimientos mercantiles. D&C 57:6, 9; 63:42-45.
29. Esta tierra fue comprada por Frederick G. Williams a Isaac Moore, quien fuera uno de los primeros especuladores en negocios agrarios que se beneficiara del arribo de los Santos en Kirtland. Moore había comprado 70 acres por USD 200 y 75 acres por USD 360, y después vendió la mayor parte de su tierra a los Santos por USD 2000. Geauga Deed Records, Book 15, pp. 425-26; Book 16, pp. 22-23. Ver también Geauga, Kirtland, Tax Records de la década de 1830. Frederick G. Williams, "Frederick Granger Williams of the First Presidency of the Church," BYU Studies 12 (primavera 1972): 247; F. G. Williams, "Statement of Facts Relative to Joseph Smith and Myself," Archivos de la Iglesia.
30. Geauga Deed Records, Book 17, p. 359; Book 18, pp. 480-81; Geauga, Kirtland, Tax Records, 1834, 1835.
31. Geauga, Kirtland, Tax Records, 1830-1839.
32. D&C 104:47-53.
33. Geauga Deed Records, Book 18, pp. 487-88; D&C 104:20.
34. Geauga Deed Records, Book 18, p. 479; D&C 104:27-30.
35. Geauga Deed Records, Book 18, pp. 478-80; D&C 104:24-26, 43-46.
36. D&C 104:34, 39-41. Los impuestos inmobiliarios de la mayor parte de la granja French (unos 100 acres de tierra del lote 17) fueron abonados desde 1834 hasta 1836 por la Whitney Company y en 1837 por John Johnson.
37. D&C 58:27-28.
38. HC 1:365-67. Se hallan copias de estos contratos en los Archivos de la Iglesia. Ver los documentos Edward Partridge.
39. Joseph Smith a William W. Phelps, Noviembre 27, 1832, citado en HC 1:297-99.
40. Joseph Smith, Jr., a Edward Partridge, 2 de mayo de 1833, documentos Edward Partridge, citado en O. F. Whitney, "The Aaronic Priesthood," Contributor 6 (October 1884): 6-7.
41. D&C 51:5. Esta declaración no aparece en las primeras copias de esta revelación tal como están transcriptas en el Kirtland Revelation Book, Archivos de la Iglesia, y el Book of Commandments. Sin embargo, la declaración se incluyó como versículo cinco en la primera edición de Doctrina y Convenios (1835).
42. D&C 49:20. Para más información sobre la ley de consagración y mayordomía, consultar Hyrum Andrus, Doctrines of the Kingdom, pp. 222-96, y la bibliografía de Arrington, Fox, y May, Building the City of God.
43. HC 2:205-6; Geauga, Kirtland, Tax Records, 1830-1839; "About the Mormons," documentos B. C. Fowls, Western Reserve Historical Society.
44. Kirtland Council Minute Book, pp. 214-17.
45. Painesville Telegraph, 13 de setiembre de 1831, p. 1; Warren News-letter y Trumbull County Republican, 13 de setiembre de 1831, p. 1; Western Reserve Chronicle (Warren), 22 de setiembre de 1831, p. 4.
46. Autobiografía de Heber C. Kimball, pp. 8-19, 32-34, Archivos de la Iglesia.



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