Lea Aquí La Porción de
Escrituras
del Libro de Mormón
¡Bienvenidos
a la clase de hoy! La semana pasada tuvimos el privilegio de tener al Elder
Ángel Abrea como discursante en nuestra Reunión Sacramental.
El tema que él trató (analizando las Escrituras) nos sirve como
apoyo para nuestro análisis del don y el poder del Espíritu
Santo. Comencemos entonces con algunas definiciones usando la Guía
de Estudio y luego haremos algunas precisiones.
Los Dones Del Espíritu
Y Los Mandamientos Constantes
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GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS:
DONES DEL ESPÍRITU
Bendiciones espirituales especiales
que el Señor da a las personas dignas para su propio beneficio y para
que los empleen con el fin de llevar bendiciones a la vida de otros. En DyC 46:11–33, 1 Cor. 12:1–12 y Moro. 10:8–18 se encuentra una descripción
de los dones del Espíritu.
Podemos ver que la definición
dada en la GEE nos da referencias
que se encuentran en la porción de Escrituras de hoy. ¿Qué
quiero significar al introducir este concepto de "mandamientos constantes"?
Bueno, necesito dar una explicación sobre esto. Podemos decir que en
general nos es requerido obedecer siempre todos los mandamientos. Lógico,
para eso son mandamientos. Pero hay veces en las que el Señor en Su
forma de EXPRESAR esos mandamientos enfatiza que "siempre" lo tenemos que
tener en cuenta, en un grado mayor. Yo creo que también se podrían
llamar "activadores" porque crean en nosotros un ESTADO DE SER que nos ayudan
a vivir con la realidad de la existencia de Dios.
Veamos algunos
ejemplos. La semana pasada en nuestra Lección
#14 vimos un mandamiento que incluso según la definición
del Élder Maxwell cae en esta categoría que acabo de definir.
¿Recuerdan este gráfico? El primer mandamiento de amar a Dios
está
vigente de manera constante y no periódica.
¿Hemos
recibido hoy, o testificado hoy algo que se relaciona con un mandamiento constante?
¡Sí! En nuestra oración para bendecir los emblemas sacramentales
testificamos que estamos dispuestos a "tomar sobre [nosotros] el nombre de
[Su] Hijo, y a recordarle siempre,
y a guardar sus mandamientos que [Él nos] ha dado", refiriéndose
a los mandamientos que Cristo nos dio cuando estuvo sobre la tierra. Dado
que en Moroni 4-5 se encuentran registradas las oraciones sacramentales (las
cuales son el modelo que el Profeta tomó para la organización
de la Iglesia), nuestra mente queda orientada hacia el episodio que se registra
en 3 Nefi, el ministerio del Salvador entre los nefitas: esos son los mandamientos
que estamos dispuestos a guardar.
¿Existirá
alguna relación con las bendiciones espirituales especiales que Dios
otorga a los miembros de Su Iglesia? Estudiemos D&C 46.
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D&C 46
7 Mas en todo se os manda
pedir a Dios, el cual da liberalmente; y lo que el Espíritu os testifique,
eso quisiera yo que hicieseis con toda santidad de corazón, andando
rectamente ante mí, considerando el fin de vuestra salvación,
haciendo todas las cosas con oración
y acción de gracias, para que no seáis seducidos por espíritus
malos, ni por doctrinas de demonios, ni por los mandamientos de los hombres;
porque unos son de los hombres y otros de los demonios.
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- Dios Es Un Dador Liberal
- El Señor Desea Que Seamos Gobernados Por La
Inspiración Del Espíritu Santo
- Se Nos Exhorta A Hacer Todas Las Cosas Con Oración
Y Agradecimiento
- Esta Actitud Crea Un Vínculo Con Dios Que
Es Protección Efectiva
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liberal = se aplica a la persona inclinada
a dar de lo suyo a los demás (dadivoso, desprendido, generoso), y a
sus actos
Efesios 6
10 Por lo demás, hermanos
míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
11Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar
firmes contra las asechanzas del diablo.
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,
contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir
en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
1 Timoteo 3
1 Pero el Espíritu dice
claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;
2 por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia,
3 prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que
Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos
los creyentes y los que han conocido la verdad.
GUÍA PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS:
DIABLO
Véase también Anticristo;
Destructor; Espíritu: Espíritus inmundos; Hijos de perdición;
Infierno; Lucifer.
Satanás. El diablo es
enemigo de la rectitud y de todos los que procuren hacer la voluntad de Dios.
Él es literalmente un hijo de Dios en el espíritu, y en un tiempo
fue un ángel con autoridad en la presencia de Dios (Isa. 14:12; 2
Ne. 2:17). Sin embargo, se rebeló en la vida preterrenal y persuadió
a una tercera parte de los hijos del Padre a rebelarse junto con él
(DyC 29:36; Moisés 4:1–4; Abr. 3:27–28). Estos espíritus fueron
expulsados de los cielos y se les negó la experiencia de poseer un
cuerpo terrenal y de conocer la vida terrenal, quedando condenados por toda
la eternidad. Desde que fue expulsado del cielo, el diablo constantemente ha intentado
engañar a todo el género humano y desviarlo de la obra de Dios,
para que todos sean tan miserables como él (Apoc. 12:9; 2 Ne.
2:27; 9:8–9).
seducir = persuadir a alguien mediante
engaños a que haga cierta cosa, generalmente mala; hacerse admirar
o querer (cautivar)
Moroni 7
17 Pero cualquier cosa
que persuade a los hombres a hacer lo malo, y a no creer en Cristo, y a negarlo,
y a no servir a Dios, entonces sabréis, con un conocimiento perfecto,
que es del diablo; porque de este
modo obra el diablo, porque él no persuade a ningún hombre a
hacer lo bueno, no, ni a uno solo; ni lo hacen sus ángeles; ni los
que a él se sujetan.
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D&C 46
8 Por tanto, cuidaos a fin de que no os engañen; y para que
no seáis engañados, buscad diligentemente los mejores dones,
recordando siempre para qué son dados;
9 porque de cierto os digo, que se dan para el beneficio de los que
me aman y guardan todos mis mandamientos, y de los que procuran hacerlo; para
que se beneficien todos los que me buscan o me piden, y que no piden señales
para satisfacer sus concupiscencias.
10 Y además, de cierto os digo, quisiera que siempre recordaseis
y retuvieseis en vuestras mentes cuáles son esos dones que se dan a
la iglesia.
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- Debemos Cuidarnos Para
No Ser Engañados Por Doctrinas De Demonios Ni Por Mandamientos De Hombres
- Para No Ser Engañados
Hay Que Buscar Diligentemente Los Dones Del Espíritu Y Recordar Siempre
Su Propósito
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Aquí entonces vemos que
tenemos otro mandamiento constante. Y también nos damos cuenta de su
importancia. Son para nuestro beneficio, para ayudarnos a no ser engañados.
La importancia de esto queda demostrada en el vs. 8 y en la repetición
en el vs. 10. ¿Podemos resumir estas cosas que nos pide Dios?
(1) Pedir A Dios
(2) Hacer Lo Indicado Por El Espíritu
(3) Andar Rectamente
(4) Meditar ("Considerar el fin de vuestra salvación")
(5) Hacer Todo Con Oración
(6) Hacer Todo Con Gratitud
(7) Buscar Diligentemente Los Dones
(8) Recordar Siempre Cuáles Son Los Dones
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Protección Espiritual
Beneficios Por Amar A Dios Y Ser Obedientes
A medida que estudien especialmente
D&C 46 se darán cuenta de que se enuncian otros mandamientos "constantes".
También les recomiendo repasar lo estudiado en la Le #19 del Libro de Mormón, "Las Enseñanzas
Constantes Del Redil De Dios". ¡Verán que están muy relacionadas
con los mandamientos constantes!
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Buscar, Pedir Y
Recibir Uno
De Los Muchos Dones De Dios
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Moroni 10
8 Y además os exhorto,
hermanos míos, a que no neguéis los dones de Dios, porque son
muchos, y vienen del mismo Dios. Y hay diversas maneras de administrar estos
dones, pero es el mismo Dios que obra todas las cosas en todo; y se dan a
los hombres por las manifestaciones del Espíritu de Dios para beneficiarlos.
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D&C 46
13 A algunos el Espíritu Santo da a saber que Jesucristo es
el Hijo de Dios, y que fue crucificado por los pecados del mundo;
14
a otros les es dado creer en las palabras de aquéllos, para que también
tengan vida eterna, si continúan fieles.
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D&C 46
17 Y además, de cierto os digo, que a algunos les es dada,
por el Espíritu de Dios, la palabra de sabiduría;
18 a otros, la palabra de conocimiento, para que se instruya a todos
a ser sabios y a tener conocimiento.
22
y a otros, profetizar;
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Este es el primer don que menciona
D&C 46. ¡Qué impresionante es tener un testimonio sobre el
Salvador Jesucristo! ¿Recuerdan al inicio que mencionamos 3 mandamientos
relacionados con la Santa Cena?
Juan 6
27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida
eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste
señaló Dios el Padre.
28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica
las obras de Dios?
29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que
creáis en el que él ha enviado.
30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú,
para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?
31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está
escrito: Pan del cielo les dio a comer.
32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés
el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida
al mundo.
34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
35 Jesús les dijo: Yo
soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre;
y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
El Pan Es Un Claro Símbolo
Antiguo
De La Palabra De Dios Y De Su Propiedad Nutritiva
Salmos 81
10 Yo soy Jehová tu Dios,
Que te hice subir de la tierra de Egipto;
Abre tu boca, y yo la llenaré.
Entre otras cosas, es muy apropiado
que al tomar el emblema del cuerpo de Cristo (el pan) hagamos convenio de
observar sus mandamientos (dados en palabra), y vemos la importancia de recibir
este don del Espíritu: creer en verdad que es el Hijo de Dios y comer
su pan.
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Enseñanzas De Los Presidentes De La Iglesia:
Brigham Young, p.267-268
Todo hombre y toda mujer pueden
ser reveladores y tener el testimonio de Jesús, que es el espíritu
de profecía, y prever los pensamientos y la voluntad de Dios concerniente
a ellos, evitar el mal y escoger lo bueno (DBY, 131).
Mi convicción es ésta: si siguen las enseñanzas de
Jesucristo y Sus Apóstoles, tal como se encuentran en el Nuevo Testamento,
todo hombre y toda mujer recibirán el Espíritu Santo ... Sabrán
las cosas tal cuales son, serán y han sido. Entenderán las cosas
[que existen] en los cielos, en la tierra, debajo de la tierra, cosas del
tiempo actual y cosas de la eternidad, de acuerdo con sus diversos llamamientos
y aptitudes [véase D. y C. 88:78–79] (DBY, 161).
Si el Señor Todopoderoso fuese a revelar a un sumo sacerdote o a
cualquier otro que no sea la cabeza de la Iglesia algo que sea verdadero
y que haya sido o llegase a ser verdadero, y le mostrase el destino de este
pueblo dentro de veinticinco años, o una doctrina nueva que dentro
de cinco, diez o veinte años llegará a ser doctrina de esta
Iglesia y Reino pero que todavía no ha sido revelado a este pueblo,
y que se lo revela a ese hombre por el mismo Espíritu, el mismo mensajero,
la misma voz, el mismo poder con el cual le dio revelaciones a José
en sus días, sería una bendición para ese sumo sacerdote
o individuo; pero muy raramente deberá divulgarlo a ningún
otro sobre la faz de la tierra hasta que Dios lo revele por medio de la debida
fuente para que toda la gente lo posea.
En consecuencia, cuando oigan a un élder decir que Dios no revela
por medio del Presidente de la Iglesia algo que sólo él mismo
conoce y les cuente cosas maravillosas, puedo asegurarles como que se los
dice el mismo Dios que esa revelación que alegan haber recibido viene
del Diablo y no de Dios. Si la hubiera recibido mediante la debida fuente,
ese mismo poder que se lo reveló le habría hecho saber que debe
mantener tal revelación en su propio corazón, y muy rara vez
tendría el deseo de divulgársela a otra persona (DBY, 338).
Procuren ser diligentes en conocer la voluntad de Dios. ¿Cómo
podrán conocerla? En asuntos pertinentes a ustedes mismos como personas,
pueden conseguirlo directamente del Señor; pero en cuestiones relacionadas
con asuntos públicos [de la Iglesia], Su voluntad se manifiesta mediante
el conducto apropiado y puede darse a conocer por medio de los consejos generales
que ustedes reciben a través de la debida fuente (DBY, 136).
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D&C 46
19 Y además, a unos les es dado tener fe para ser sanados;
20 y a otros, fe para sanar.
21 Y además, a algunos les es dado obrar milagros;
Enseñanzas De Los Presidentes De La Iglesia: Brigham Young, p.266-267
Estoy aquí para testificarles de cientos de ejemplos en que hombres,
mujeres y niños han sido sanados por el poder de Dios
mediante la imposición
de manos, y que muchos han sido levantados de los portales de la muerte y
traídos de vuelta desde los umbrales de la eternidad; y algunos cuyo
espíritu ya había salido de su cuerpo retornaron otra vez. Yo
les testifico que he visto a enfermos sanarse mediante la imposición
de manos, conforme a la promesa del Salvador (DBY, 162).
Cuando pongo mis manos sobre los enfermos, espero que el poder sanador y
la influencia de Dios pasen por mi intermedio al paciente y que la enfermedad
desaparezca. No digo que sano a todos sobre los que pongo mis manos; pero
muchos se han sanado debido a mi administración (DBY, 162).
Cuando estamos preparados, cuando somos vasos sagrados ante el Señor,
una corriente de poder puede fluir desde el Todopoderoso a través del
tabernáculo del que administra al sistema del paciente, y el enfermo
es restablecido por completo; el dolor de cabeza, la fiebre u otro malestar
tiene que disiparse (DBY, 162).
Cada vez que vemos el uso de
la palabra "fe" haríamos bien en recordar los conceptos que hemos estudiado
previamente. Es decir, la fe es Conocer
la palabra de Dios, Creer la palabra
de Dios y Hacerla. Si algo no está
basado en la palabra de Dios, no es verdad, y creer en eso no tiene resultados
para nuestro beneficio espiritual. La palabra de Dios en D&C 46 nos informa
que debemos recordar siempre cuáles son estos dones de Dios y para
qué son dados. La FE es el fruto de desarrollar una relación
con Dios, recibiendo su palabra y haciendo los actos de fe, esperando los
resultados o bendiciones que Dios ha señalado. Es en este contexto
que debemos interpretar el don de la fe. Es un don que se adquiere con rectitud,
no es algo automático. Es decir, no podemos decirle a Dios "dame fe".
No sé si me explico en forma clara.
Alma 32
21 Y ahora bien, como decía
concerniente a la fe: La fe no es tener un conocimiento perfecto de las cosas;
de modo que si tenéis fe, tenéis esperanza en cosas que no
se ven, y que son verdaderas.
22 Y ahora bien, he aquí, ahora os digo, y quisiera que recordaseis,
que Dios es misericordioso para con todos los que creen en su nombre; por
tanto, él desea ante todo que creáis, sí, en su palabra.
23 Y ahora bien, él comunica su palabra a los hombres por medio
de ángeles; sí, no sólo a los hombres, sino a las mujeres
también. Y esto no es todo; muchas veces les son dadas a los niños
palabras que confunden al sabio y al erudito.
Habrán
notado que he elegido referencias para explicar estos dones, las cuales indican
la naturaleza universal hacia todos los miembros de la Iglesia (hombres, mujeres
y niños).
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Espero que este breve análisis
de algunos de los dones mencionados en la porción de Escrituras de
hoy pueda estimularlos a seguir estudiando. Hemos enfatizado el propósito
de "protección espiritual" que pueden tener estos dones. Es evidente
además que por la naturaleza de alguno de ellos, hay aplicaciones hacia
el bienestar físico y el aspecto importante de su uso para el servicio
de nuestros semejantes en la familia y en la Iglesia. Uno podría preguntarse
¿qué dones necesito de Dios para poder enfrentar esta situación?
Esto va de acuerdo con lo que dijimos antes: hacer todo con oración
y acción de gracias. ¡Más mandamientos constantes!
Moroni 10
18 Y quisiera exhortaros, mis amados hermanos, a que tengáis
presente que toda buena dádiva viene de Cristo.
19 Y quisiera exhortaros, mis amados hermanos, a que recordéis
que él es el mismo ayer, hoy y para siempre, y que todos estos dones
de que he hablado, que son espirituales, jamás cesarán, mientras
permanezca el mundo, sino por la incredulidad de los hijos de los hombres.
20 Por tanto, debe haber fe; y si debe haber fe, también debe
haber esperanza; y si debe haber esperanza, debe haber caridad también.
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